martes, 9 de diciembre de 2008

ESPERO


Recuerdo pocos sueños. De niño tuve uno: perdía unas llaves en un estanque. Durante años, aún hoy, me pregunto qué llaves serían aquellas, qué significaba el sueño y, sobre todo, por qué lo he recordado hasta hoy. En realidad, creo que ya sé la razón. He perdido las llaves, no puedo entrar, mi corazón es una caja fuerte inexpugnable. Ha dejado de nevar en Walden, pero la niebla, el cielo espeso, una masa pegajosa y húmeda, sigue rondando por aquí. Paso las horas en silencio. A veces lloro. A ratos duermo y sueño cosas. Hoy vino Alicia visitarme, pero no sé de qué hablamos, no sé qué ocurrió. Ni siquiera tengo las llaves de mis sueños. Espero.

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